jueves, 3 de mayo de 2012

Gris








¿qué esperas?

Mi trabajo pretende comprometer al espectador con imágenes (foto, vídeo, dibujo, instalación), en las que surge una interrupción de la realidad, entendida como tiempo continuo.

El Kronos, representado por los griegos, como ese dios que personifica nuestro tiempo de vida, o como el tiempo de las manecillas del reloj, sugería el fluir de momentos en ese continuum, en el que a veces aparece la ruptura hacia otro tiempo distinto: el tiempo del deseo, la belleza o la ocasión (Kairós).
Los griegos disponían también de otro dios del tiempo, el Aión, el que permite entrar desde un tiempo en otro. Este dios tiene que ver, por supuesto, con la fortuna y la suerte.

Una de las imágenes que hacen que pasemos de un estar en el mundo continuo o dormido, y que atravesemos ese espacio tiempo, es la imagen del vuelo de los pájaros, desde la inmovilidad. Esta es la propuesta en la que se basa mi trabajo kind of blue. En él se parte del análisis de distintos momentos, en los que las imágenes tienden a la desaparición, tal como ocurre en estas visiones de movimientos, para nosotros sorprendentes. No sólo los movimientos de los pájaros producen este sentimiento. Hay otros, como por ejemplo los movimientos de las manos en una caricia, o aquellos apenas perceptibles en un suelo de mosaico romano, o en una bandera en movimiento.

En el vídeo Brunete, trabajo sobre estas dos concepciones del tiempo, sirviéndome de dos pantallas enfrentadas. En una aparece un búnker como huella, como monumento visto desde fuera, camuflado en su paisaje, mientras el sol se pone. En la otra, la imagen, vista desde dentro, aparece enmarcada por el ojo del búnker, que registra la irrupción de los distintos vehículos que pasan a su lado por la carretera. Así la imagen queda doblemente impregnada por un lado de simbología social y por otro de la percepción subjetiva. Quizás sea la primera obra en que analizo imágenes en las que el deseo me lleva a desarrollar experiencias distintas de las construcciones culturales dominantes.

En la exposición En Blanco, se unen la aparición de ropa tendida, en un interior de paso, con la reproducción de algunos de los carteles que nos encontramos a diario en instituciones disciplinarias, en hospitales o en la calle. Indicaciones para subir o para bajar, para entrar o para salir, tales como: no pasar; esperen; cierren la puerta; gracias por su colaboración.

La aceptación de estos límites, que tienen que ver con el adentro-afuera, objetivo -subjetivo, son así subvertidas y reunidas en un espacio en que los límites quedan diluidos.